LÍMITE DE JUEGO

El título de esta exposición hace alusión al espacio limítrofe del campo de juego en el que terminan una serie de reglas y se anticipan otras.  En este proyecto artístico el concepto se aplica tanto al deporte del tenis como, por analogía, a la relación dinámica entre imagen y pintura, figuración y abstracción. La dialéctica entre la representación pictórica y la presencia objetual constituye uno de los procesos más significativos de la pintura en últimos años.  

Un cuadro, antes de ser un caballo de batalla, una mujer desnuda o una anécdota cualquiera, es esencialmente una superficie plana cubierta de colores reunidos en cierto orden. Con esta frase expresaba Maurice Denis en 1890, las ideas e inquietudes del grupo Nabi. En Límite de juego, Diego Morcillo evoca imágenes de aquellos elementos que conforman el paisaje del mundo del tenis y que normalmente están fuera de campo o alrededor de la escena protagonista, pero a su vez reivindica la superficie plana y el color y nos sitúa en los límites de la pintura como imagen y de la pintura como lenguaje.