EL MUNDO ESTÁ EN RUINAS Y YO LO RECOMPONGO

20 Julio, 2018

 

EL MUNDO ESTÁ EN RUINAS Y YO LO RECOMPONGO

Fecha:  Del 06 al 20/07/2018

Lugar:  13ESPACIOARTE

Localidad:  SEVILLA

Dirección:  C/ Lino, 12

Horario:Miércoles a viernes de 17:00 a 20:30 h. Sábados de 11:00 a 14:00 h.

 

 

Descripción

Exposición de los alumnos del Máster Idea y Producción de la Facultad de Bellas Artes de la Univesidad de Sevilla.

Agustín Abel - Ismael Barraso - Patricia Cosano - Maripaz del Toro - Juan Carlos Granda - Ana Guez - Esther Pancorbo - Diego Sánchez – María José Sotomayor – Celia Valero – Wanting Yang – Guiomar Yáñez DOCENTES RESPONSABLES: Paco Lara y Alberto Mañero

 

Aunque identidad e idéntico tienen idéntica raíz, no nos remiten a lo mismo. Identidad se refiere al uno, al yo, mientras que idéntico se refiere al dos, al otro, al par, siempre indica la presencia de otros. Y básicamente lo que está en ruinas en nuestro mundo de hoy es el yo y nuestra relación con el par, el idéntico, el otro.

Después de la caída del muro de Berlín, la instauración plena de la globalización y el decretado fin de la historia, el mundo que parecía prometer libertad y prosperidad sin fin ha resultado ser un mundo de crisis múltiples, económicas, políticas, bélicas y ambientales que han derrotado la fe que teníamos en el progreso y en la ciencia como salvadora última. Salvo ciertas distopías de creación artística, por ejemplo literarias, 1984de Georges Orwell publicada en 1949 que anticipaba el gran hermano vigilador y el conjunto de soledades, o la novela Un mundo feliz de Aldous Huxley (1932), y Fahrenheit 451de Ray Bradbury  (1953) y obras cinematográficas, como Blade Runner (1982), entre otras, desde el poder se vendía felicidad, se creía, tras los horrores del siglo XX, que junto con la producción creciente, el consumo y la ciencia siempre iríamos adelante, a mejor. Otro tipo de crisis se refieren a la construcción de la identidad individual y social, las ideologías, las creencias, las tradiciones, es decir, los referentes, se debilitan. El ser humano no tiene donde agarrarse. El vacío lleno de ruido les suple. Junto con el avance de la tecnología digital y el mundo web, el yo se reparte y se expone, se disgrega en la ingente cantidad de información, exposición pública y es vigilado continuamente, voluntaria o involuntariamente.

Después de lo dicho no es extraño que la definición de la identidad ocupe un lugar central en el arte y en concreto en los integrantes de esta exposición. Quizá porque nuestra identidad como individuos y como yo colectivo está en duda, incierta, escindida. Lo propio de esta época es la esquizofrenia. No es casualidad que estas preocupaciones se produzcan en un mundo cuyos esquemas básicos de definición se han roto. Donde no hay certezas pero si un volumen extraordinario e incontrolable de información, de productos ¿cómo encontrarnos en este caos?. Nuestra crisis individual de identidad es una crisis global puesto que vivimos en un mundo mezclado, acelerado de presencia constante y ausencia constante, de soledad y acompañamiento, ruido ensordecedor continuo. Apremiados por la competitividad, la prisa, la incertidumbre, nos fragmentamos, nos disfrazamos, nos buscamos incesantemente.

¿Cómo sé que es un recuerdo y no un implante? Se pregunta el protagonista de Blad Runner 2049, robot que se cree híbrido de humano con recuerdos propios. ¿Es mío?, ¿qué es mío?, ¿soy yo?. Vigilados y expuestos, exigidos y dudados.

Nos interrogamos ante el tiempo arrasador, instrumento que divide nuestras vidas, ordena y gobierna en un continuo de repetición sin espacios de ocio libres de consumo, contagiados por la prisa, el no tener tiempo.

¿Qué podemos hacer nosotros para recomponer las ruinas? ¿Tenemos como artistas una especial responsabilidad?