FACTOR 50. UNA EXPOSICIÓN DE CLAUDIA SUÁREZ

La presente muestra de Claudia Suárez (Almonte, 1994), titulada Factor 50, y acogida por el Espacio Laraña de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla podrá ser visitada desde el 4 al 19 de noviembre. En ella encontramos las últimas piezas de la joven artista andaluza, las cuales muestran escenas veraniegas que nos transportan a un lugar calmado y lúdico, casi escenográfico, con una temporalidad marcada por el ocio, el cansancio y el absurdo, que nos permiten dirigir nuestra mirada hacia lo nimio.

Al entrar en la sala de exposiciones lo primero que nos llamará la atención con seguridad es la paleta cromática y la técnica empleada por la artista a la hora de realizar sus pinturas. Los tonos claros y azules pueblan la sala creando una atmósfera calmada. La frescura con la que están realizadas sus pinturas y el uso del rojo puntual en sus composiciones terminarán de aportarnos serenidad, tanto por el uso de la pintura en sí como por lo que muestran las imágenes que habitan la sala. Estas nos muestran escenas de la cultura popular y del imaginario andaluz que se repiten año tras año en las costas, piscinas y pozas de nuestra comunidad. Claudia juega a crear escenografías haciendo que los personajes que aparecen en sus pinturas posen, se disfracen o enmascaren para fotografiarlos durante sus vacaciones y, posteriormente, pintarlos

La playa, la piscina, el verano: esos son los temas de los que habla Claudia, aunque es precisamente valiéndose de ellos como consigue hablar de lo que realmente le interesa. Para apelar a lo real, no se puede hablar directamente de ello, se debe bordear, ya que si creemos acercarnos, nos estaremos alejando cada vez más. La poesía tiene esta cualidad, pero estoy convencida de que esto también ocurre con las artes plásticas y visuales, aunque no en la totalidad de los casos. Claudia, lo consigue con creces. Su obra suele mostrar escenas que parecen sacadas de un film sobre las vacaciones de verano, donde los protagonistas disfrutan plácidamente de su tiempo de descanso y se divierten relajadamente. Lo nimio e irrelevante son puestos en el punto de mira como aquello de lo que se vale el presente para hacernos parar alejándonos de los ritmos acelerados de la sociedad del trabajo.

Claudia Suárez nos trae el intervalo, aquel lugar entre lugares, aquel tiempo entre temporalidades que se muestra permeable y abierto. También trae sosiego y juego, de la mano de su proceso de observación de las relaciones humanas y las escenas que estas conforman. Su actitud contemplativa, sus maneras de hacer y su propio proceso de trabajo nos hacen reflexionar sobre la prueba y error, lugar de experimentación por excelencia que provee de un conocimiento basado en la práctica. Se piensa también con las manos como afirma Richard Sennet en su célebre libro El artesano. Claudia lo pone en práctica brindándonos este maravilloso archivo suyo sobre el ocio y lo lúdico que, sin duda, logra hacernos parar a contemplar lo que solemos considerar irrelevante.

Cristina del Águila

Comisaria de la exposición