Desnudo, Retrato y Construcción de Identidad

El cuerpo representado a través de los géneros del desnudo y el retrato ha permanecido de forma recurrente en la historia del arte de Occidente. Sus imágenes no sólo han servido de soporte y vehículo de ideologías sociales, políticas, religiosas y filosóficas… también han situado al artista y al espectador de las mismas en diferentes posiciones con respecto al entorno circundante: han colaborado a la construcción de sus identidades.

Esta asignatura, estructurada en dos partes, aborda en su primera mitad, desde una óptica abierta y orientada a la creación, la relación entre los géneros tradicionales de desnudo y retrato con las categorías de los discursos artísticos contemporáneos vinculados a los conceptos de cuerpo e identidad, para expandir sus influencias mutuas y establecer conexiones entre la figuración y las nuevas presencias del cuerpo como objeto simbólico, soporte y medio autónomo de creación.

La segunda parte del asignatura explora preguntas del tipo, ¿qué es un objeto de arte?, con el fin de cuestionar aquello que “está bien hecho”, “lo que transgrede a lo establecido”, “lo que se relaciona con el buen gusto, el mal gusto, el gusto indiferente”. ¿Qué supone el acercamiento al arte contemporáneo cuando se plantea sólo desde la perspectiva del “gusto personal? La tradición nos dice que una obra de arte está constituida fundamentalmente de “trabajo” (habilidad técnica) unido a la “decisión” del artista (determinación del autor hacia un modelo de producción específica). ¿Qué ocurre cuando una obra no ha sido creada a partir de una habilidad manual específica? Un cambio radical de paradigma, a la hora de producir el objeto de arte, y por tanto la producción artística, nace con la introducción del ready-made de Marcel Duchamp, en 1913. El ready-made carece de trabajo, de “habilidad técnica”, dado que el autor solo elige un objeto cotidiano, creado por la industria, para conferirle un destino diferente al que fuera producido con la finalidad de que adquiera otro significado.  Es aquí donde se subraya que el valor de la obra recae en la idea.

A partir de una idea, se analizará la performance, cuya herramienta esencial queda centrada en el uso del propio cuerpo, como un instrumento para la auto-exploración. Se aborda el hecho artístico desde la libertad total en cuanto a medios —cuerpo, sonido, espacio, fotografía, video, texto impreso—, para reivindicar la transgresión de cualquier aspecto tradicional ligado a las artes plásticas son los grandes objetivos planteados a partir del uso de la performance. 

PACO LARA-BARRANCO // FERNANDO GARCÍA GARCÍA