Transitar una Supernova, una exposición de Alejandro Garófano López

    Fecha

    Horario

    De lunes a viernes de 10 a 21h

    Coordinadores

    Carmen Andreu Lara

    Lugar

    Espacio Laraña

    TRANSITAR UNA SUPERNOVA

    UNA EXPOSICIÓN DE ALEJANDRO GARÓFANO LÓPEZ

    COMISARIADA Y COORDINADA POR CARMEN ANDREU LARA 

    DEL 11 DE ENERO AL 4 DE FEBRERO DE 2024

    Inauguración 11 de enero 19.30 h

    El fenómeno de las supernovas implica una de las mayores liberaciones de energía del universo, al tiempo que describe el proceso por el cual una estrella muere. La obra de Alejandro Garófano se sitúa en ese momento tan vital como crítico, caracterizado por la convulsión de elementos que chocan entre sí configurando un paisaje donde ficción y realidad ya no pueden localizarse en polos opuestos. Sus límites se desdibujan para cooperar en la difícil construcción de la identidad. Una identidad necesariamente afectada por las relaciones interpersonales y contextuales, que Alejandro enfoca en la etapa de la juventud desde su trabajo más reciente.

    Este proyecto responde a una creciente preocupación de Alejandro por la hiperactividad e hiperconectividad que caracterizan nuestro día a día y que nos impiden reconocernos en un contexto que conduce al desbordamiento del sujeto. El acto de “transitar” una supernova designa un deseo por decelerar las experiencias que se agolpan y amontonan. A pesar de que incluso algunos de estos cuadros nos ofrecen una ilusión cinética que asume el movimiento y la transformación como características inevitables de nuestra actualidad, su pintura es el resultado de cristalizar instantes cargados de una emoción desquiciada, que permita construir lugares de intimidad allí donde todo se nos muestra como superfluo.

    Así, la obra de Garófano asume esa intención originaria en el arte, descrita por Plinio el Viejo, dematerializar realidades que sentimos ausentes para retenerlas junto a nosotros/as, en un desesperado intento por permanecer con ellas. La representación de autorretratos cuya fisionomía recuerda a la estética propia de los videojuegos de hace veinte años alude a las ideas del “doble” y del “alter ego”. Por un lado, expone la dificultad por construir un “yo” no fragmentario con el que pueda sintonizarme en el mundo real. Por otro, enfatiza la nostalgia por una infancia lúdica, segura, digital… Desde un presente que exige la eficiencia y el éxito-constantes en el ciudadano adulto.

    Producciones musicales como las del youtuber Midwich, que crea tracks ambientales (Be safe for a moment) basadas en videojuegos antiguos con gifs que estiran esos espacios liminales entre acciones del juego donde podemos sentirnos a salvo por un momento, dan cuenta de ecosistemas actuales sincronizados con el statu quo propio de la obra de Alejandro Garófano. En el caso del título de la muestra, se alude a un tema de Ralphie Choo en el que destacan la expresión del amor y una estructura propia del mantra.

    Alejandro recoge la idea del acto ritual como mecanismo simbólico de búsqueda que nos permite explorar estas tensiones intersubjetivas y abordarlas lanzándonos al vacío, mirándonos a la cara y buscando la del espectador, entrando en contacto con una naturaleza idílica, jugando o revistiéndonos de la identidad del superhéroe. Ese simbolismo se alimenta de una pintura a la vez “happy” y “creepy”, valiéndose de un uso del color y de la forma que sintetiza imágenes con una potencia visual inmediata, donde conviven campos cromáticos planos y apacibles con trazos nerviosos o garabatos que hieren al lienzo.

    De esta manera, se concibe un mundo donde el anhelo por habitarlo es equidistante al afán por destruirlo. Leonardo lo expresó bien: “Dos sentimientos me invadieron: Miedo de la gruta oscura y amenazadora. Deseo de ver si no contiene alguna maravilla extraordinaria”. Esta gruta-supernova es lo que acontece entre la memoria, la experiencia y el deseo. Una exposición desde la cual abrazar nuestras más personales incertidumbres e intentar operar con ellas.

    Mario Guixeras